sábado, 5 de septiembre de 2009

Madre y Reina de Venezuela . 11.09


La Virgen de Nuestra Señora de Coromoto es la patrona de Venezuela. Es venerada tanto en la ciudad de Guanare, donde apareció hace más de 350 años, como en todo el país.

Los españoles llegaron a la región de Guanare hacia fines del siglo XVI. El 3 de noviembre de 1591, el Capitán Juan Fernández de León, fundó la ciudad del Espíritu Santo del Valle de San Juan de Guanaguanare, hoy ciudad de Guanare. La villa fue trasladada al lugar donde se encuentra hoy en el siglo XVII.

Cuando la ciudad de Guanare fue fundada, los indígenas que habitaban en la región, los Cospes, huyeron hacia la selva en el Norte de la ciudad.


LA HISTORIA

La historia de como comenzó la devoción a la Virgen de Coromoto se centra en un grupo de indígenas de la región, la tribu de "los Cospes”. Esta tribu, con la llegada del hombre blanco, decidió partir del lugar para poder continuar con sus costumbres. Abandonaron sus tierras y se dirigieron al noroeste de la ciudad de Guanare, a un paraje cercano a la ribera del río Tucupido, donde por muchos años, vivieron apartados de la ciudad. Esto dificultaba la evangelización que la iglesia Católica había emprendido.

Un día de 1652, el cacique Coromoto y su mujer atravesaban una corriente de agua y vieron una Señora de extraordinaria belleza que les dijo en su idioma: "Vayan a casa de los blancos y pídanle que les eche el agua en la cabeza (el bautismo) para poder ir al cielo".

Casualmente un español llamado Juan Sánchez, pasó por ahí y el Cacique Coromoto le relató lo sucedido. Juan Sánchez entonces le pidió que se alistara con la tribu, que el pasaría dentro de ocho días a fin de enseñarles todo lo necesario para echarles el agua. En efecto, cuando regresó los indígenas marcharon con el a un ángulo formado entre los ríos Guanaguanare y Tucupido, donde les repartieron tierras e iniciaron la catequización, a fin de prepararlos para el bautizo.

Varios de los indios recibieron el bautismo, no así el Cacique quien echaba de menos la selva donde el mandaba y no tenía que obedecer. Esto lo hizo preparar su huída. Sin embargo el sábado 8 de septiembre de 1652, la virgen vuelve a aparecer en el bohío, en presencia de Coromoto, su mujer, su cuñada Isabel y un sobrino de esta. (Es, por cierto, la única vez que la Santa Virgen aparece a una familia).

En esta oportunidad, que marcaría el comienzo de la devoción a la Santísima Virgen de Coromoto, la Virgen se le apareció al indígena, rodeada de un aura luminosa y el cacique le dijo: "¿Hasta cuándo me quieres perseguir, ya no he de hacer lo que me mandas?". El cacique coge la flecha y apunta para matarla. Como la virgen María se le acercó, Coromoto tira la flecha e intenta empujarla, pero ella desaparece, dejándole en la mano un pequeño pergamino con su imagen.

Un niño corrió a avisarle a Juan Sánchez, quien con dos de sus compañeros fueron al sitio de la aparición y recogieron la preciosa reliquia. Dieron parte a las autoridades civiles y eclesiásticas, quienes a pesar de no creerlo resolvieron llevar el pergamino a la Iglesia de Guanare en 1654, donde permaneció en un relicario hasta 1987, cuando fue incrustada en el pedestal de la imagen de madera que está hoy en día en el templo "Santuario Nacional Nuestra Señora de Coromoto".

El cacique Coromoto huyó a la selva, y al ver que la santísima Virgen no había logrado nada con el, permitió que lo mordiera una serpiente venenosa. Entonces volvió su corazón a Dios y comenzó a pedir el Bautismo, el cual le fue administrado por un Barinés que pasaba por ahí.

Al bautizarse se convirtió en apóstol y pidió a los indios que no se separaran del misionero y que se bautizaran. Como consecuencia de esto, los indios Cospes formaron una comunidad de fieles muy fervorosa.


LA IMAGEN

La Virgen de Coromoto es una diminuta reliquia que mide 27 milímetros de alto por 22 de ancho. El material de la estampa pudiera ser pergamino o "papel de seda"; la Virgen aparece pintada de medio cuerpo, está sentada y sostiene al Niño Jesús en su regazo. Su apariencia es de ser dibujada con una fina pluma, trazada como un retrato en tinta china a base de rayas y puntos.

La Virgen y el Niño miran de frente; erguidas sus cabezas coronadas. Dos columnas unidas entre si por un arco forman el respaldo del trono que los sostiene. La virgen cubre sus hombros con un manto carmesí con oscuros reflejos morados. Un blanco velo cae simétricamente sobre sus cabellos cubriéndolos devotamente. La túnica de la Virgen es de color pajizo y la del niño es blanca como su velo.

El 1º de mayo de 1942 fue declarada Patrona de Venezuela por el Episcopado Nacional de ese país. El 7 de octubre de 1944, S. S. Pío XXII, la declaró "Celeste y Principal Patrona de toda la República de Venezuela", su coronación canónica se celebró en 1952.


EL SANTUARIO

Entre el calor y la brisa del llano, a 25 kilómetros de Guanare vía Barinas (Estado de Portuguesa), se encuentra el Santuario Nacional Nuestra Señora de Coromoto, que alberga en su recinto la reliquia original de la imagen, así como también la fe de cientos de peregrinos que acuden a esta morada sagrada.

El Santuario Nacional a la Virgen de Coromoto fue declarado Basílica por S. S. Pío XII el 24 de mayo de 1949 y fue consagrado el 7 de enero de 1996, e inaugurado con la solemne Eucaristía presidida por su Santidad el Papa Juan Pablo II, el 10 de febrero de 1996.

El primer templo de cierta importancia de Guanare se inició en 1710 y fue culminado por el Presbítero Francisco Valenzuela, en 1742. Esta iglesia duró muy poco, ya que fue dañada por el terremoto del 15 de octubre de 1782 y tuvo que ser clausurada. Los trabajos para la reconstrucción se iniciaron en 1788 y terminaron el 3 de noviembre de 1807.

El proyecto de construcción del actual Santuario lo elaboró el arquitecto Erasmo Calvani en 1975, pero no fue sino hasta principios de 1980 cuando se iniciaron los trabajos.

Fue construido empleando concreto. Cuenta con dos torres paralelas de aproximadamente 80 metros de altura, y con un cimborrio (especie de cúpula) de 54 metros aproximadamente. En la girola se pueden admirar bellos vitrales, obra del artista Guillermo Márquez. Tiene pisos de mármol y tres altares, incluyendo al altar mayor.

Abarca más de 4 mil metros cuadrados y tiene capacidad para dos mil quinientas personas cómodamente situadas, un enorme estacionamiento y áreas verdes alrededor.

Tiene una estructura rica en simbología cristiana, y cuenta con dos capillas, tres altares, un estanque, balcones, miradores y más de 400 metros de vitrales, uno de los cuales está ubicado detrás del altar mayor y narra la leyenda de la aparición de la Virgen.

Al llegar al Templo Votivo, se puede comprender por qué Guanare es catalogada como la ciudad espiritual de Venezuela. La imponente obra se alza sobre la que era la choza del indio y su esposa, donde apareció la Virgen por segunda vez el 8 de septiembre de 1652.

El Santuario está dividido en tres partes. En el primer piso se encuentra el Altar Mayor, en forma de bohío, con un vitral elaborado por Guillermo Márquez donde representa la historia de la Virgen, desde la aparición hasta el momento de la coronación.

Detrás del Altar Mayor se encuentra el Trono de la Virgen, que refleja ante los ojos de los peregrinos la herencia de fe, que la Madre de Dios depositó sobre las manos del indio Coromoto, la reliquia (un pergamino con un vidrio grueso donde está la imagen).

Dos altares más completan la majestuosidad del lugar. Del lado izquierdo está el Altar Reserva del Santísimo Sacramento, en éste se tiene a Jesús en la hostia consagrada como lo indica su nombre. Del lado derecho está el Altar San Juan Bautista, que es donde se hacen los bautismos y tiene una representación de la Aparición de la Virgen.

El lugar invita al silencio y el recogimiento; más de 400 metros en vitrales con vírgenes, santos y figuras cristianas, bañan de color al recinto. El techo tiene una forma elíptica, con dos dignificados, desde adentro representa la Mitra Papal, desde afuera un barco.

La cruz de vitral, que mide 110 metros cuadrados, simboliza la Santísima Trinidad y todo su poderío en un triángulo. Dios Padre reflejado con las manos, Cristo crucificado, y el Espíritu Santo en forma de paloma, todo esto está adornado con motivos llaneros, muchas flores, ramas, palmas, como la flora de Portuguesa, para darle propiedad.

En el sótano se encuentra el Museo Coromoto, allí está la exposición de todos los objetos que las personas traen en acción de gracia a la Virgen por todos los milagros que les ha concedido, las promesas.

Un lugar de recuerdo es la Sala Papal, allí permanecen intactos todos los accesorios que usó el Papa Juan Pablo II en su última visita a Venezuela. Desde cepillo de dientes, protector solar, botellas de agua. Así como también la vestimenta del Sumo Pontífice, la Mitra Papal, además del copón, cáliz y solideo que utilizó en una misa que la feligresía venezolana lleva en su corazón.


FIESTA COROMOTANA

Del 29 de agosto al 11 de septiembre, la iglesia celebra la semana coromotana. Una caravana parte desde Guanare hasta el Santuario Nacional, el 7 de septiembre. Al llegar se realizan las 40 horas de oración con la exposición del Santísimo, para empezar la vigilia.

El 8, a las seis de la mañana, se reza el Rosario de la Aurora, hasta que a las once el Obispo de Guanare, celebre la Santa Misa”.

Para el día 11 de septiembre, es trasladada la imagen de la Virgen de Coromoto, que bendijo el Papa Juan Pablo II en 1985, a Guanare, para conmemorar la coronación canónica de 1952.


ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DE COROMOTO DE JUAN PABLO II

Virgen y Madre nuestra de Coromoto, que siempre has preservado la fe del pueblo venezolano, en tus manos pongo sus alegrías y esperanzas, las tristezas y sufrimientos de todos tus hijos.

Implora sobre los Obispos y Presbíteros los dones del Espíritu, para que fieles a sus promesas sacerdotales, sean infatigables mensajeros de la Buena Nueva, especialmente entre los más pobres y necesitados.

Infunde en los religiosos y religiosas el ejemplo de tu entrega total a Dios, para que en el servicio abnegado a los hermanos los acompañe en sus trabajos y necesidades.

Madre de la Iglesia, alienta a los fieles laicos, comprometidos con la Nueva Evangelización, para que, con la promoción humana y la evangelización de la cultura, sean auténticos apóstoles en el Tercer Milenio.

Protege a todas las familias venezolanas, para que sean verdaderas Iglesias domésticas, donde se custodie el tesoro de la fe y de la vida, donde se enseñe y se practique siempre la caridad fraterna.

Ayuda a los católicos a ser sal y luz para los demás, como auténticos testigos de Cristo, presencia salvadora del Señor, fuente de paz, de alegría, de esperanza.

Reina y Madre Santa de Coromoto, ilumina a quienes rigen los destinos de Venezuela, para que trabajen por el progreso de todos, salvaguardando los valores morales y sociales cristianos.

Ayuda a todos y a cada uno de tus hijos e hijas, para que, con Cristo Nuestro Señor y Hermano, caminen juntos hacia el Padre, en la unidad del Espíritu Santo.
Amen.

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